miércoles, 29 de octubre de 2008

Puente Alejandro III


El Puente Alejandro III es un exuberante puente, propio del estilo de la Tercera República Francesa, que cruza el río Sena a su paso por París y une la explanada de Los Inválidos con el complejo monumental formado por dicho puente y el Gran Palacio y el Petit Palais. Es el puente más largo de dicha ciudad y está situado en el 7º y 8º arrondissement. La primera piedra de la construcción del puente fue puesta en 1896 por el Zar Nicolás II de Rusia y fue inaugurado en 1900. El puente fue declarado monumento histórico en 1975.

Historia
En el emplazamiento que ocuparía el puente, hubo un puente colgante metálico.[1] En 1896, se decidió construir el puente para aliviar a la densa circulación parisina, pero sobre todo por el proyecto de la Exposición universal de París. La primera piedra fue puesta por el Zar Nicolás II de Rusia el 7 de octubre de 1896 en presencia del presidente francés Félix Faure. En ese acto se celebraba la alizana franco-rusa, mantenida ya entre el Zar Alejandro III de Rusia, a quien el puente está dedicado, y el presidente Marie François Sadi Carnot. El puente fue inaugurado por Émile Loubet el 14 de abril de 1900, en conjunto con la Exposición Universal de París.[2] [3]

En 1925, el puente formó parte de la Exposition Internationale des Arts Décoratifs et Industriels Modernes , y se instalaron en él varias carpas.[1] En 1975, el Puente Alejandro III, fue declarado monumento histórico de Francia.[1]

La obra sufrió una restauración completa en 1991, pero su aspecto no fue modificado. El puente fue pintado de nuevo con el tinte gris original.[1]

Arquitectura
Vista del Puente Alejandro III con el Gran Palacio al fondo.Aunque la primera piedra fue puesta oficialmente en 1896, la construcción del puente no comenzó hasta el 28 de mayo de 1897. Los arquitectos que participaron en la construcción del puente fueron Joseph Marie Cassien-Bernard y Gaston Cousin, y sus ingenieros fueron Amédée Alby y Jean Résal.[3]

Es una de las primeras estructuras prefabricadas del mundo, ya que sus partes fueron fundidas y forjadas en Le Creusot, para ser transportadas más tarde hasta París, donde fueron colocadas sobre el Sena mediante una inmensa grúa. Los arquitectos respetaron las órdenes dadas para que la construcción del puente no afectara la vista hacia Los Inválidos y los Campos Elíseos, de que la anchura del puente fuera proporcional a la de la Avenida Winston Churchill y de que no existiesen un gran número de arcos, que entorpeciesen la navegación del río.[2]

Las condiciones fueron aceptadas y el puente fue construido convirtiéndose en un exponente de la arquitectura francesa de finales del Siglo XIX y un símbolo de la Belle Époque.[1] Cuenta con una anchura de 40 metros y un único arco de 109 metros de longitud, que permite salvar el Sena de un solo vuelo.

Deroracion
El puente iluminado por la noche.El puente alberga a lo largo de toda su extensión abundante decoración, que realiza la función de contrapeso. Las guirnaldas de conchas y de flora marina suspendidas bajo la cornisa permiten equilibrar el conjunto.[2]

Como muestra de la alianza franco-rusa el puente cuenta con unas estatuas que representan a “Las Ninfas del Sena”, que representan a Francia, y a “Las Ninfas de Néva”, las de Rusia, que son obra de Georges Récipon, que también realizó las cuádrigas del Gran Palacio. Treinta y dos candelabros de bronce situados en las barandillas iluminan el puente. Los cuatros candelabros de los extremos del puente están más ornamentados. Dos columnas cuadradas de 17 metros de altura, situadas tanto en la orilla norte como en la sur, tienen en su cumbre a estatuas de Pegasos de bronce dorado que se encuentran de pie sobre sus dos patas traseras, y en sus pies tiene cada una a dos estatuas, en total cuatro, que representan a "La Francia de Carlomagno", "La Francia Contemporánea", "La Francia de Luis XIV" y "La Francia Renacentista". También hay cuatro estatuas de leones.

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