martes, 29 de abril de 2008

(arte e historia) de Alcazarén, Valladolid

Introducción a la historia de Alcazarén

El nombre de Alcazarén proviene de la etimología árabe "Al-Qua-Sarym" que significa "Los dos alcázares".
Alcazarén es una población situada al norte de Olmedo en dirección a la ciudad de Valladolid, en plena Tierra de Pinares.
Alcazarén es una localidad que puede presumir de contar con algunos de los restos románico-mudéjares más interesantes del sur vallisoletano, fechables en un muy avanzado siglo XIII.

Monumentos de Alcazarén
Los dos monumentos fundamentales de esta población son las iglesias mudéjares de Santiago y San Pedro (en ruinas).

Iglesia de Santiago
El ábside y un pequeño fragmento del presbiterio de la iglesia parroquial de Santiago es todo lo que se conserva de estilo románico-mudéjar. No obstante, su belleza y buen estado actual le confiere un importante interés dentro del mudéjar de Valladolid.
En origen, como la mayoría de las construcciones rurales románicas y mudéjares, debió contar con una sola nave unida a cabecera formado por presbiterio rectangular y ábside semicircular.
El ábside es grande y de nobles proporciones. Pertenece al "Modelo de Tierra de Pinares". Sobre un basamento de mampostería se articula el semicilindro con decoración de tres pisos de arcos doblados de medio punto, todos alineados verticalmente, hecho diferenciador con su pariente local, la de San Pedro, que se describirá posteriormente.
La única diferencia apreciable entre estras tres arquerías es su diferente altura, siendo bastante más espigados los arcos del cuerpo superior y considerablemente más cortos los del central.
Por encima de estas arquerías corre un friso de facetas y, soportando la cornisa, un conjunto de modillones formados por tres ladrillos escalados.
En el costado norte queda a la vista una pequeña porción de la arquería superior que decoraba el muro presbiterial.

Ruinas de la iglesia de San Pedro
La iglesia de San Pedro de Alcazarén, aunque semiarruinada, pasa por ser uno de los más importantes monumentos medievales de la provincia de Valladolid, dada su originalidad y dimensiones monumentales. Su cabecera está formada por un ábside de planta semicircular unido al correspondiente tramo presbiterial rectangular.
El voluminoso ábside se decora con tres bandas superpuestas de arquerías murales. El piso inferior muestra arcos doblados ligeramente apuntados. El intermedio es igual, pero dispone de dos aspilleras para la iluminación interior. Por último, el tercer cuerpo o superior tiene arquerías murales dobladas, esta vez de medio punto y más alargados.

Como nota diferenciadora con la mayoría de las construcciones de este estilo, diremos que los arcos de los diferentes pisos no están alineados verticalmente, es decir, las base de las pilastras en que descansan los arcos de un cuerpo apoyan sobre las claves de los arcos del piso inferior. Esta particularidad, en unión a las diferentes proporciones de los arcos dan una especial vida y dinámismo al ábside de San Pedro.

Tal sistema decorativo basado en el descentramiento de los arcos es un hecho, como decíamos, poco frecuente, aunque encontramos algún caso en la vecina población de Íscar (San noseque) o ya mucho más lejos en Talamanca de Jarama (madrid) y San Gil de Guadalajara

Por su parte, el muro presbiterial del mediodía presenta tres pisos con cuatro arcos doblados apuntados cada uno, todos rodeados por alfiz.
Lamentablemente, todos los aleros han desaparecido, y con ellos los diversos frisos decorativos que estas construcciones suelen tener entre las arquerías y las cornisas.
La destrozada torre que se adosa al norte de la cabecera es ya del siglo XVI.
En el interior del ábside se conservan restos de frescos de estilo gótico pertenecientes al siglo XIII.

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