martes, 22 de abril de 2008

(arte e historia) y turística de Jarandilla de la Vera, Cáceres

Introducción a la guía de arte medieval (monumentos y rutas) de Jarandilla de la Vera, Cáceres

Jarandilla de la Vera es a capital de la comarca de La Vera de Cáceres, una de las más visitadas turísticamente, junto con el Valle del Jerte, de Cáceres y de toda Extremadura.

Y es que La Vera de Cáceres es una comarca de magníficos paisajes, húmedos y forestados, de abrupta orografía y salpicado de encantadores pueblos que han conservado, en muchos casos, sus entramados urbanos castizos y tradicionales.

En este contexto comarcal, Jarandilla de la Vera es una de las poblaciones más visitadas, si bien su "boom" turístico ha perjudicado parte de su encanto por la construcción de numerosas edificaciones modernas.

Las razones de este éxito turístico de Jarandilla de la Vera son variadas. Para empezar, se encuentra en el corazón del Valle y se pueden hacer numerosas rutas desde la población.

Por otro lado, a muy pocos kilómetros, el turista puede visitar el emblemático e histórico Monasterio de Yuste.

Por último, Jarandilla disfruta de las instalaciones del Parador Nacional de Turismo Carlos V, que aprovechó el edificio del castillo palacio de los Condes de Oropesa.

El nombre de Jarandilla procede del árabe Xarandilla, que quiere decir "Monte de Jara". La aldea musulmana fue reconquistada por Alfonso VIII y pasó a depender de la vecina Plasencia.

En el citado castillo residió el emperador Carlos V de forma temporal mientras se terminaban las obras de acondicionamiento de su casa-palacio en el Monasterio de Yuste.

Monumentos de Jarandilla de la Vera

Los edificios más importantes son el citado Castillo Palacio de los Condes de Oropesa y la iglesia de Nuestra Señora de la Torre.

Castillo de los Condes de Oropesa
Jarandilla de la Vera perteneció a Plasencia hasta que en el año 1369, Enrique II concede el señorío de la villa a los Álvarez de Toledo, futuros condes de Oropesa y más tarde duques de Alba.

En el siglo XV esta familia edificó el castillo, a pesar de la oposición del concejo de Plasencia.

Aunque la instalación del Parador modificó algunas dependencias, el castillo de Jarandilla todavía conserva bien su gallarda arquitectura, constituida por un recinto amurallado cuadrangular, alrededor del patio de armas, con dos torres prismáticas y otras dos cilíndricas distribuidas en las cuatro esquinas.

En el costado norte de este patio de armas o patio central existen dos pisos superpuestos con hermosas galerías tardogóticas formadas por arcos carpaneles muy planos, y decoradas con una varanda de tracería calada.

Iglesia de Nuestra Señora de la Torre
La iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Torre preside el pueblo por su céntrica ubicación y por el gran volumen que destaca entre el caserío.

Es obra tardogótica que aprovechó como campanario la torre del homenaje de un castillo medieval.

En la fachada occidental muestra un falso ábside y la cabecera se muestra semicilíndrico al exterior pero poligonal al interior.

En el interior conserva un retablo del siglo XVII y un Cristo de marfil del XVI.

Otros monumentos de Jarandilla de la Vera
Además de los monumentos mencionados, Jarandilla cuenta, en lo relativo a la arquitectura religiosa, con la iglesia del Convento de los Agustinos y varias ermitas, como la del Cristo y la Virgen de Sopetrán.
También citamos aquí el Puente Parral, de hechuras medievales, de gran altura y perfil de lomo de asno.

Otros monumentos y rutas desde Jarandilla de la Vera
Son numerosos los lugares con alicientes paisajísticos y artísticos que se puden vistar desde Jarandilla de la Vera.

Cualquiera de los pueblos de alrededor ofrecen unos cascos antiguos de gran pintoresquismo, así como iglesias, ermitas y fortificacions de gran interés.

Pero, sin duda, el lugar que se ha de vistar inexcusablemente si se pasa por Jarandilla es el Monasterio de Yuste.

En este monasterio vivió retirado los últimos años de su vida el hombre más poderoso de la época, el emperador Carlos V.

El conjunto está formado básicamente por la iglesia gótica del siglo XV, de una sola nave con bóvedas de crucería y dos claustros de dos pisos, uno gótico y otro renacentista.

A este conjunto conventual se adosó la casa-palacio del emperador, también de gran austeridad. Como curiosidad, se abrió una puerta desde la que Carlos V podía asistir a misa desde su dormitorio.

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