jueves, 24 de abril de 2008

(arte e historia) y turística de Escalona, Toledo

Introducción a la guía de arte (monumentos y rutas) de Escalona, Toledo

Historia y descripción de Escalona
Escalona surge junto al río Alberche como un privilegiado enclave de sabor medieval. Su castillo eleva hacia el cielo robustas fachadas que guardan celosamente la historia de los reyes que lo engrandecieron y habitaron. Aunque no siempre fue así. Antes de convertirse en estratégico bastión y residencia de lujo de la realeza castellana, esta magnifica mole, declarada Monumento Nacional en 1922, estuvo en poder de los romanos y mas tarde de los musulmanes.

Durante la reconquista, en el año 1083, el Rey Alfonso VI de Castilla convierte este castillo en fortaleza defensiva frente a la amenaza almohade. No en vano, su emplazamiento no podía ser mejor, en mitad de un acceso crucial a la capital toledana y flanqueado, de manera natural, entre río y arroyos.

El monarca concedió entonces una carta de repoblación de Escalona a Diego y Domingo Álvarez, quienes mandaron construir la enorme muralla de un kilómetro y medio de perímetro y nueve metros de altura, que todavía hoy envuelve la ciudad. En su día tenia varias puertas que daban acceso a la villa, la de la Parra, del Río, de San Vicente y de San Miguel, por la cual se entraba al castillo.

A finales del siglo XIII, en 1281, Alfonso X, concede la jurisdicción de Escalona a su hermano Don Juan Manuel, y la villa se convierte, un año más tarde, en cuna del Infante del mismo nombre, sobrino del Rey Sabio. El pequeño nacido en esta ciudad, sería uno de los escritores más cultos de la Edad Media, conocido en todo el mundo ser el famoso autor de los cuantos de El Conde Lucanor.

Tiempo después, en el año 1328, el Rey Alfonso XI, redujo la villa a su obediencia tras ser tomada por varios señores de la cuenca del Tajo, que se amotinaron en el castillo en contra de uno de los favoritos del monarca. Desde entonces, el sitio de Escalona ha estado siempre ligado al lujo y boato de la corona castellana.

Los validos de los reyes, fueron los inquilinos más privilegiados del lugar. Ya en 1424, Juan II entrega la villa a su favorito, Don Álvaro de Luna. Desde ese momento, el Condestable pondrá todos sus esfuerzos en dotar a este lugar de un lujo nunca conocido hasta entonces, y trae expresamente a Escalona artesanos árabes para dotar de una plástica mudéjar a su envidiado y nuevo Palacio.

A pesar de la magnífica obra que Don Álvaro realizó en el Castillo, a su muerte, su esposa e hijos no pudieron evitar que les fuera arrebatado por el Monarca y en 1470, Enrique IV se lo entrega de nuevo a un válido, el Marques de Villena, cuya familia pudo disfrutar de la herencia durante siglos.

Su ocaso llegaría durante la guerra de la Independencia Española en 1808. Los soldados de Napoleón redujeron entonces a ruinas gran parte del opulento y elegante castillo y construyeron, con sus antiguas cubiertas, el puente que cruzaba en río Alberche.

El castillo
Del castillo de Escalona queda hoy una estructura en dos cuerpos. La parte más alta del muro mide 10 metros. Su único acceso consiste en un arco carpanel tallado en estilo gótico, donde figura el escudo de la familia de Álvaro de Luna.

El primer cuerpo corresponde al antiguo patio de armas, donde todavía quedan tres de los primitivos aljibes. Existían además veinte columnas con capiteles decorados. El segundo cuerpo del edificio constituye la antigua estructura del Palacio creado por el Condestable de Castilla. El conjunto tiene una torre del homenaje de planta cuadrada y 22 metros de altura. En este espacio encontramos también lo que era el salón principal y una capilla, decorada con bóveda de ojiva y elaboradas yeserías.

Al igual que en la ornamentación interior, también en su exterior se aplicó el elemento árabe, como las torres defensivas que refuerzan el muro y que se unen por medio de arcos a la estructura del edificio.

Durante el siglo XV, la villa de Escalona fue el escenario de algunos acontecimientos decisivos. En estas tierras se logró la victoria que permitió a la Reina Isabel la Católica hacerse con la Corona de Castilla, frente a Juana la Beltraneja.

Otros monumentos
En cuanto al resto de monumentos, la villa estuvo jalonada de iglesias, La de San Vicente, Santa María, San Martín y San Miguel, de las cuales sólo se conserva la última, reconvertida en Colegiata a finales del siglo XVII. De esta época son las dos naves laterales que se añaden a una tercera central, de estilo gótico.

El enclave de Escalona, reúne además dos conventos franciscanos, fundados por el Marqués de Villena, quien además fue el fundador de otros dos hospitales para pobres, el de Santiago y el de San Andrés, de los cuales no queda nada hoy día.

Víctima del expolio y el abandono, el sitio de Escalona ya no es lo que fue, pero todavía se vislumbra en el horizonte toledano la bella silueta de aquél castillo que fue una de las joyas de la Corona de Castilla.

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