lunes, 28 de abril de 2008

Guía monumental de Aguilafuente. Segovia

Iglesia parroquial de la Asunción de Nuestra Señora de Aguilafuente

La gran parroquial de Aguilafuente en un buen ejemplo del inconformismo del espíritu hispano que impulsa a constructores y artistas a reformar y reformar lo reformado. El resultado del proceso de construcción y sucesivas alteraciones en este templo es el de una construcción pintoresca, con mezcla de volúmenes, formas y estilos.
Probablemente en el siglo XII, se alzó una iglesia de una nave, con cabecera de ladrillo. En el XIII, se añadiría una nave al norte con cabecera de ábside de tambor liso de calicanto con verdugadas de ladrillo. También la fuerte torre, dataría de esta época, ya de transición del románico al gótico.
Siguieron las reformas a finales del XV o comienzos del XVI, que dejaron una magnífica puerta del último gótico. Otras alteraciones se realizarían ya en el XVIII.
En 1972 fue restaurada coincidiendo con el V centenario del sínodo provincial celebrado aquí en 1472, y cuyas actas fueron el primer documento español realizado en imprenta.
El ábside principal, junto a la torre son los elementos más interesantes. El primero tiene al exterior tres series de arquerías ciegas y dobladas sin separación por alfices e impostas. Todo el hemiciclo, o mejor dicho, el polígono, pues cada columna de arcos forma un filete plano, apoya sobre un zócalo de calicanto. Una cinta continua de esquinillas corona el ábside. En el interior la cabecera se muestra más vistosa y perfectamente restaurada. Un arco triunfal de cuatro arquivoltas arranca de una imposta de nacela. El presbiterio está dividido por un arco fajón, mientras que sus muros laterales de adornan con arcos ciegos. La cabecera se ilumina mediante tres ventanales de triple rosca.
La torre tiene cuatro cuerpos, pero a la obra románica-gótica sólo pertenecen los tres primeros. De planta cuadrada, sorprende su altura y solidez, al disponer de pocos vanos. Su fábrica es mampostería con esquinas de refuerzo de sillería. El tercer cuerpo tiene un par de vanos ojivales en cada costado, que fueron agrandados posteriormente hacia abajo rompiendo la imposta. Por encima se conserva la corona de canecillos de proa de nave que soportaban el antiguo remate de la torre, y actualmente tras la adición del cuerpo superior, parece un motivo de decoración sin función práctica.

Iglesia de San Juan
La iglesia de San Juan de Aguilafuente sufrió un grave incendio que la convirtió en una ruina, próxima a su definitiva desaparición. En los años 90 del siglo pasado fue restaurada y salvada. Hoy luce magnífica en las afueras del pueblo siendo destinada a museo municipal. Es Monumento Histórico-Artístico.
Originalmente era una iglesia con una nave y cabecera cuadrada, principalmente de mampostería, aunque el ladrillo fue utilizado para esquinas, vanos y bóveda del ábside.
Tenía una galería al norte, que fue cegada para ensanchar el templo abriendo dos arcos apuntados en el muro primitivo de la nave.
Conserva dos puertas de su antigua fábrica mudéjar del siglo XIII. La meridional tiene cuatro arquivoltas de ladrillo sobre imposta de nacela con alfiz que arranca a la altura de la citada imposta. La puerta septentrional es en realidad el ingreso al antiguo pórtico, y también tiene cuatro roscas de ladrillo de diferente anchura.
Mayor interés tiene la torre románica adosada a la cabecera por su lado meridional. Su fábrica es mampostería con sillares en las esquinas en el cuerpo inferior. El segundo cuerpo, que es el de campanas, muestra mayor nobleza al estar íntegramente construido con sillería, y tiene dos ventanales en cada cara, con arcos de medio punto sobre columnas.

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