lunes, 28 de abril de 2008

Guía monumental de Ucero, Soria


Introducción a la guía de arte y monumentos de Ucero, Soria

En los últimos años, la villa de Ucero ha recobrado una cierta pujanza y vitalidad gracias al "descubrimiento" por parte del turismo de la belleza del parque Natural del Cañón del Río Lobos. Pero Ucero, además de ser la puerta al Parque, fue una villa importante en la Edad Media de Soria y en su comarca han quedado numerosos testigos de aquellos tiempos. Como no podría ser de otra manera, en este patrimonio monumental destacan el románico rural disperso en las aldeas cercanas.

Castillo de Ucero
El Castillo de Ucero es obra del siglo XIII con reformas posteriores.
Se encuentra sentado sobre una colina que domina la villa de Ucero y siempre se le ha asociado a los templarios (al igual que la ermita de San Bartolomé del Cañón del Río Lobos) de la que no está muy alejada.
Consta de dos recintos exteriores maltrechos y los del propio castillo donde sobresale la torre del homenaje con ventanales ajimezadas del siglo XIII. También son bellas las ménsulas que soportaban los matacanes desaparecidos y alguna que otra gárgola con forma de águila con personajes esculpidos.
Existe un pasadizo que comunica el castillo con el río Chico próximo.
El Castillo de Ucero es actualmente una ruina progresiva por lo que es muy necesario acometer urgentemente obras de consolidación y restauración que aseguren su supervivencia, dado su interés histórico, paisajístico y monumental.

Ermita de San Bartolomé de Río de Lobos
La iglesia parroquial de Ucero, dedicada a San Juan Bautista es moderna por lo que nos centraremos especialmente en la magnífica ermita de San Bartolomé.
En el término de Ucero y más concretamente en el Parque Natural del Cañón del Río Lobos se asienta la preciosa Ermita de San Bartolomé. Parece que originalmente fue la iglesia del convento templario de San Juan de Otero, aunque tal extremo no está del todo claro.
El lugar en que se encuentra, de extrema y misteriosa belleza, que fue usado por grupos humanos de la Edad del Bronce y por eremitas en época visigoda, era el ideal para la vida monástica de los templarios.
El romántico edificio, situado en un estrecho valle surcado por el río Lobos y rodeado por cuevas y farallones calizos de caprichosa silueta forma una de las más bellas estampas que podamos encontrar en Soria.
La iglesia fue construida en las primeras décadas del siglo XIII, en estilo románico muy tardío y sobrio, al gusto cisterciense, y con una bella impronta oriental como corresponde a las obras templarias. Para Teodoro Ramírez los canteros constructores pudieron provenir de la región francesa de Aquitania. Tras la supresión de la Orden del Temple fue confiscada y convertida en abadía, pasando posteriormente a ser administrada por la villa de Ucero.
Todo el edificio es de perfecta sillería casi isódoma. Posee planta de cruz latina con crucero más bajo que la nave y cabecera con tramo recto presbiterial y ábside semicircular.
El citado ábside es muy sobrio con dos pilastras a modo de columnas y ventanales de arco de medio punto rodeado por guardapolvos con puntas de diamante. También tiene estas pilastras en la unión con el presbiterio. Los hastiales del crucero llevan sendos óculos circulares con tres roscas y celosías de atractivo gusto oriental. A pesar de su trazado sencillo, las formas geométricas trazadas son diversas. Cinco corazones entrelazados dibujan interiormente una estrella de cinco puntas invertida cuyo corazón es un pentágono.

La puerta meridional tiene seis arquivoltas apuntadas con decoración de baquetones, puntas de diamante y rosetas, además de seis columnas cuyos capiteles tiene cabecillas humanas entre flores y hojas. Los canecillos de la iglesia son figurados, mostrando objetos simbólicos como el sol, la luna, crismones, parejas de personajes en diferentes actitudes, cabezas humanas, etc. Contrasta sobremanera la diferencia de calidad plástica de las tallas, de factura poco refinada con relación a la monumentalidad arquitectónica del edificio.
En el interior, la bóveda de la nave es de cañón muy apuntado y la del ábside lleva nervios apuntados protogóticos.

Otros monumentos y lugares interesantes en los alrededores de Ucero: el románico rural

Rejas de Ucero
en la cercana población de Rejas de Ucero, la iglesia parroquial tiene una buena portada románica que se abre sobre un cuerpo resaltado con pilastras en sus extremos.
Tiene tres arquivoltas con las esquinas aboceladas que gravitan sobre dos pares de columnas con capiteles vegetales de escaso relieve.

Iglesia de San Martín de Tours de Berzosa
Berzosa es un pueblecito situado a tan sólo 14 Km. al suroeste, en la carretera que une Ucero con San Esteban de Gormaz.
La iglesia parroquial de San Martín de Tours de Berzosa, aunque rehecha como la mayoría, es una de las iglesias más importantes del románico rural soriano.
Destaca la galería porticada, posiblemente posterior a la construcción de la iglesia, de siete arcos iguales de medio punto sobre columnas de fuste cuádruple, con capiteles de esquemática talla vegetal y animal, donde aparecen caballos y leones.
La puerta es un prodigio de armonía y elegancia. Es de tan buena arquitectura que parece que está tallada sobre un único bloque inmenso de piedra. Abierta en un cuerpo resaltado con tejaroz y canecillos historiados, tiene cuatro arquivoltas con arista abocelada con decoración de entrelazos y ajedrezado.
El apoyo lo constituyen tres pares de columnas con capiteles rudos pero expresivos. Uno de ellos lleva dos personajes unidos por sus manos que quieren representar el combate entre dos infantes. En otro el autor parece tallar a un ángel conduciendo a un caballero. Los cimacios se impostan con un billeteado.
Para algunos autores, los motivos ornamentales y estructura general de esta iglesia indican un origen especialmente antiguo, cercano a las primitivas iglesias de San Esteban
La portada, en efecto, sí parece bastante antigua, acaso de la primera mitad del siglo XII.
Otra cosa es la galería. La estructura columnaria de la galería y la decoración vegetal del pórtico nos sugieren fechas más bien tardías, posiblemente de finales del siglo XII o comienzos del XIII.
En cualquier caso, quien se acerque a Berzosa no se sentirá defraudado por la serena armonía de este buen románico soriano.

Fuentearmegil
En el templo parroquial de San Andrés de Fuentearmegil sólo quedan los muros occidental y meridional, con canecillos historiados, de los que destaca uno con forma de diablo cornudo.

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